Todos queremos sentirnos bien. Disfrutar de la vida, estar a gusto, tener sensación de tranquilidad y satisfacción. Y en muchos momentos nos sentimos así. Pero, somos humanos. Y, por eso, en otros muchos momentos, no estamos tan “bien” como nos gustaría.
El estrés del trabajo, la salud, el día a día con la familia y los amigos; cualquier ámbito de nuestra vida puede sufrir dificultades. A lo largo de nuestra vida, todos pasaremos por altos y bajos. Por eso, es tan importante pensar en la salud mental.
Estar mentalmente sano no es solo que no estés deprimido o que no te supere la ansiedad. Cuando tienes una buena salud mental, eres capaz de sacar lo mejor de ti mismo, de lidiar con los problemas de la vida diaria y de sentirte a gusto con tu familia, en tu lugar de trabajo y con tus amigos. Eso es lo que se llama Bienestar. Y eso es a lo que nos dedicamos en Psicovitalem.
Cuidar la salud no es algo que se hace cuando ya nos sentimos mal. Es una actitud diaria, es una forma de enfrentarse a la vida. Es como si ahorraras para las vacas flacas. Cuando hablamos de salud, siempre es mejor prevenir que curar.
¿Qué es importante que tengas en cuenta para lograr?
- Habla, habla y habla.
Comunicarte con los demás es esencial para lograr una sensación de bienestar. Hablar de cómo te sientes, de qué piensas y de cómo vives las situaciones por las que pasas, es imprescindible para asegurar tu salud mental y te ayudará a llevar mejor esos momentos en los que estás más bajo o más preocupado de lo habitual.
Muchas personas tienen la idea de que hablar de emociones es un signo de debilidad pero, en realidad, hay pocas cosas más valientes que ser capaz de expresar cómo te sientes de forma abierta. Expresando tus emociones y pensamientos, te haces cargo de ti mismo y te implicas de forma activa en mantenerte sano. Además, hablar es una muy buena manera de lidiar con un problema al que no paras de darle vueltas en tu cabeza. Saber que alguien te escucha hará que te sientas apoyado y cuidado. Y te ayudará a ver las cosas desde otra perspectiva.
Recuerda que la comunicación funciona en ambos sentidos: si te abres y hablas con los demás, ellos se sentirán a gusto hablando contigo y se abrirán también. Puede resultar raro o incómodo al principio. Tranquilo, deja que la conversación fluya y, poco a poco, te acostumbrarás a hablar sobre lo que piensas y lo que sientes de forma más natural.
- Mantente activo
El ejercicio físico mantiene tu cuerpo y tus órganos sanos, y también tu mente. Todos los estudios al respecto demuestran que hacer ejercicio de forma regular te hará sentir mejor. Aumentará tu autoestima, te ayudará a concentrarte más y te asegurará un buen descanso.
Mantenerse activo no significa hacer ejercicio durante horas o pasarse el día entero en el gimnasio. Si te gusta jugar al baloncesto o ir a clase de zumba, estupendo. Pero, dar paseos también vale. El caso es moverse.
Si quieres notar un incremento en tu sensación de bienestar, intenta hacer una actividad física que te guste y convertirla en parte de tu día a día.
- Comer bien
Lo que comemos tiene un efecto directo en nuestro cuerpo, pero también afecta a cómo nos sentimos. Hay ejemplos muy sencillos de cómo la alimentación influye en nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, si te tomas un café te sientes más despejado. Y si tomas algo con azúcar, te sentirás más activo.
Pero la comida también tiene un efecto más a largo plazo en nuestra salud mental. Tu cerebro necesita nutrientes para estar sano y funcionar bien, igual que el resto de tus órganos. Y, si tu cerebro no tiene el combustible adecuado para funcionar, tus pensamientos y sentimientos se verán afectados.
Una alimentación sana y equilibrada es imprescindible para estar sano, física y mentalmente.
- Estar en contacto con lo demás
¿Te has fijado que, cuando la gente se encuentra mal, tiende a relacionarse menos con los demás?.
El contacto social, especialmente el que hacemos con personas a las que queremos, mejora la salud mental. Los lazos fuertes con la familia y los amigos pueden ayudarte a lidiar con el estrés de la vida. Te harán sentir cuidado y percibirás que formas parte de un grupo que te protege y te da fuerzas. Además, las personas de tu alrededor pueden ayudarte a resolver problemas del día a día.
No hay nada mejor que quedar con alguien cara a cara, pero eso no es siempre posible. Por suerte, puedes llamarles por teléfono o mantener el contacto con ellos a través de las redes sociales. Hacer un esfuerzo por mantener las relaciones con la gente que quieres merece la pena, te hará sentir querido y valioso, y te ayudará a sentirte mejor.
- Pide ayuda cuando la necesites
Todos, en algún momento de nuestra vida, nos sentimos sobrepasados por las circunstancias, sobre todo, cuando las cosas no salen como nosotros queríamos.
Si notas que la situación empieza a ser demasiado para ti y sientes que no puedes lidiar con lo que te pasa, pide ayuda. Tu familia y tus amigos pueden ayudarte a resolver tus problemas y escucharte para que te sientas mejor. Y, si es necesario algo más, acude a un psicólogo que te ayude a aprender las herramientas necesarias para enfrentarte a las dificultades.
Desde Psicovitalem nos hemos propuesto hacer de la prevención nuestra bandera y queremos ayudarte a ti y a los tuyos a sentirte bien y a estar sano. Si tienes cualquier consulta o crees que necesitas aprender nuevas herramientas para lograr tu completo bienestar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudarte.